Sorpresa con diente de oro

Esto no sería lo mismo sino hubieran sorpresas.
Y de éstas las mejores son las inesperadas.
Detrás de toda sorpresa, a veces acostumbra a
haber el constructor de la misma, una persona que ha ido confeccionando y dando
forma real a un pensamiento bañado en ilusión. Se ha dado, incluso que han existido programas de
televisión que las utilizaron para ganar dinero y hacer que mucha gente se
sentara unas horas frente al televisor. Sorprendidos contemplábamos como tanta
gente estaba huérfana de las mismas o tenía que recurrir a hacedores externos
para ingeniar aquello que ellos no consiguieron o no se atrevieron a llevar a
cabo.
"Sorpresa, Sorpresa"
Hay construcciones para sorprender que van a parar a la basura, otras que no llegaron a ser, algunas para ser auto disfrutadas y también malas como las trampas. Pero también existe la sorpresa involuntaria, aquella que surge como la mala hierba, sin más y en cualquier parte, esa que quien la dispuso, no sabía que iba a sorprender.
Hay construcciones para sorprender que van a parar a la basura, otras que no llegaron a ser, algunas para ser auto disfrutadas y también malas como las trampas. Pero también existe la sorpresa involuntaria, aquella que surge como la mala hierba, sin más y en cualquier parte, esa que quien la dispuso, no sabía que iba a sorprender.
- Lindas malas hierbas -
Encontrarse por ejemplo un día caluroso, en
nevera ajena, con un grupo de felices jarras frías, es una sorpresa que roza lo
milagroso.
- Ideales para tomar cerveza y prepararse un buen vermut, escuchando las últimas andaduras de Pedro Navaja -
- Ideales para tomar cerveza y prepararse un buen vermut, escuchando las últimas andaduras de Pedro Navaja -
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